Entre siglas y plurales


Es cada día más frecuente encontrar, sobre todo en la prensa escrita, siglas y acrónimos para referirnos a las más diversas realidades, desde enfermedades como el SIDA, impuestos como el ITBIS, organizaciones como la ONU o las ONG, conexiones HDMI o pequeños artefactos como los USB. Su carácter peculiar nos plantea a menudo dudas acerca de su ortografía, su forma o su sintaxis. Se escriben con todas sus letras en  mayúsculas y, a diferencia de la mayoría de las palabras, se mantienen invariables cuando queremos ponerlas en plural. El número plural solo se aplica a las palabras que las acompañan, como los determinantes o los adjetivos. Hablaremos de «los nuevos USB» o de «las ONG tradicionales». Desterremos, por ridículo, el uso del apóstrofo seguido de s (*DVD’s, hasta me cuesta escribirlo), un anglicismo innecesario más.

            Es interesante recordar que el Diccionario de la Real Academia ya ha incluido en sus páginas algunas de las siglas o acrónimos de uso más extendido. Como ya hablamos del sida o de los ovnis podemos empezar a hablar de las oenegés. En estos casos se apegan a las reglas de ortografía y de formación del plural de todos los demás nombres.

            Hasta aquí las siglas. Las abreviaturas y los símbolos tienen también su cocorícamo, no se vayan a creer. Pero eso será materia para otro día.