Tres días en Madrid. Tercera jornada


Tres días en Madrid. Tres días con las palabras. Tercera jornada. Con el buen sabor de boca que me dejó la visita a la sede de la Real Academia Española, sigo metida en harina lingüística. Le llega el turno a la investigación. Desde que vivo en la República Dominicana me he interesado por sus diccionarios. No son muchos, pero desde luego tienen mucha tela que cortar. En mi última jornada madrileña la UNED me acoge para presentar los resultados de la investigación que he venido realizando en los últimos años sobre el tratamiento del léxico de los dominicanos tanto en nuestros propios diccionarios como en los diccionarios que se dedican a registrar el léxico de toda la América de habla española.

En una intensa sesión se van desgranando uno a uno los diccionarios que alguna vez han descrito nuestras palabras, desde aquella deliciosa Tabla de Fray Pedro Simón de 1627 hasta el todavía pipiolo Diccionario del español dominicano, publicado en 2013. Repasar cómo están hechos los diccionarios, cómo funcionan, qué palabras contienen y qué nos dicen sobre esas palabras son tareas esenciales para los lexicógrafos. Por supuesto, no solo se trata de analizar los diccionarios contemporáneos, sino de conocer al dedillo de qué diccionarios venimos, cuáles son sus aciertos y cuáles son sus puntos débiles. El conocimiento de la historia de nuestra lengua nos ayuda a evaluar el contenido de los diccionarios; el conocimiento de la historia de nuestros diccionarios nos ayuda a mejorar nuestra técnica. No es solo una cuestión académica o investigadora: a mayor conocimiento de la lengua y a mejor técnica lexicográfica, mejores diccionarios. Y recuerden que los diccionarios no se construyen para los académicos, sino para los hablantes; para que los hablantes los consulten y, si es posible, para que les sean útiles a diario. Con este objetivo en la mira, un puñado de lexicógrafos nos reunimos en Madrid para compartir conocimientos y hallazgos que nos permitan hacer lo que más nos gusta hacer: diccionarios.

Friendo y comiendo


Los usuarios de la edición digital del Diccionario de la lengua española de la Real Academia estamos de enhorabuena. Antaño era necesario esperar largos años para disponer de una edición actualizada. Así era y sigue siendo con las ediciones im27. NYC 2006 107 QUINTA AVDApresas del diccionario académico. La digitalización nos brinda la posibilidad de disfrutar “friendo y comiendo” del trabajo constante de los académicos. La página electrónica de la Real Academia permite desde 2001 la consulta en línea de su diccionario, del nuestro, el de todos los que hablamos español.

Recientemente se ha puesto al día mediante la incorporación de 2996 cambios. Estas modificaciones cuentan con el apoyo de las veintidós Academias de la lengua española. Siempre despiertan nuestro interés las nuevas palabras, hasta 408 adiciones en esta ocasión. Encontramos en ellas, en el margen superior derecho, la leyenda “artículo nuevo”. Oenegé es una de las adiciones curiosas y prácticas. Pero el trabajo más minucioso y más productivo, aunque suele pasar desapercibido, es la mejora de los artículos ya existentes. Los cambios se aplican a las definiciones y también a las abreviaturas que indican en qué lugar o en qué contexto se usa cada palabra o cada acepción. En estos artículos aparece la leyenda “artículo enmendado”.

Es todo un lujo disponer de este caudal léxico actualizado. Las Academias aprovechan las nuevas tecnologías para mantener el paso de la vida activa y cambiante de nuestra lengua.

 

Las cifras del DED


 

Las cifras reveladoras del Diccionario del español dominicano hablan de cuatro intensos años de trabajo lexicográfico en la Academia Dominicana de la Lengua.

Nuestro diccCamisa DED.inddionario incluye casi once mil entradas. Si nos imaginamos el diccionario como un inmenso edificio en el que cada palabra vive en su propio apartamento, el edificio del DED tiene 10900 apartamentos, algunos con una habitación (palabras con una sola acepción), algunos con varias (palabras polisémicas). Hay apartamentos amplios, como el de vaina (4 acepciones y 10 locuciones) o el del verbo tirar (16 acepciones y 6 locuciones); algunos parecen verdaderas mansiones, como el de palo, con 56 locuciones, 2 frases proverbiales y 10 acepciones, entre las que se encuentra aquella que se podría ejemplificar como Este diccionario es un palo (disculpen la inmodestia).

Las locuciones tienen también un papel destacado en nuestro diccionario. Algunas palabras combinadas adquieren significados insospechados que poco tienen que ver con los significados de las mismas palabras pero aisladas. Si tienen que consultar qué significa guindar los tenis, tragarse un cable o estar en el círculo de espera tendrán que buscarlos entre las 4200 locuciones que incluye el Diccionario del español dominicano.

Unos 400 extranjerismos sin adaptar dan cuenta de una tendencia preocupante en nuestra variedad del español; pero también hay muchos de ellos que registran una forma castellanizada que también aparece en el DED.

Las palabras referidas a la flora y la fauna dominicanas, hasta ahora no incluidas en los diccionarios, tiñen de verde las páginas del diccionario: más de 1300 voces relacionadas con nuestra naturaleza, con una definición detallada que incluye su nombre científico.

El vocabulario propio de las peleas de gallos aporta unos 200 términos, mientras que el beisbol, nuestra pelota, batea para casi 400.

Los ejemplos en el diccionario ayudan al lector a ver las palabras en funcionamiento. En el DED hemos incluido más de 8000 ejemplos. La mayoría, unos 6000, procede de obras literarias de autores dominicanos y más de 600 se han extraído de páginas electrónicas dominicanas.

Con ser apabullantes, estas cifras son solo datos. Lo verdaderamente importante es el inmenso caudal de información sobre nosotros y sobre cómo hablamos que mana de sus páginas.

 

 

Resumen de unas jornadas intensas en Cilengua


20140911_150304Durante los días 10, 11 y 12 de septiembre de 2014 se celebró el VI Congreso Internacional de Lexicografía Hispánica de la Asociación Española de Estudios Lexicográficos (AELex) en la sede del Instituto Historia de la Lengua del Centro Internacional de Investigación de la Lengua Española (Cilengua) de San Millán de la Cogolla (La Rioja).

Un extenso grupo de lexicógrafos, académicos, editoriales y docentes, desarrolló un  programa extenso e intenso, centrado en dar a conocer y poner en común el estado actual de las investigaciones y proyectos lexicográficos en el ámbito hispánico. Durante los días de celebración del Congreso, en jornadas de mañana y tarde, el protagonismo lo tuvieron los diccionarios, quienes los diseñan y los elaboran, y quienes los usan.

La participación de la Academia Dominicana de la Lengua, representada por María José Rincón, miembro de número de la institución, tuvo lugar en la primera mesa, de la cuatro simultáneas, con el título “El Diccionario del español dominicano: un nuevo diccionario dialectal”.

Ponentes en el VI Congreso Internacional de Lexicografía Hispánica

Ponentes en el VI Congreso Internacional de Lexicografía Hispánica

En esta ponencia se describió el proyecto del DED y los resultados lexicográficos obtenidos en relación con la tradición lexicográfica dominicana. El coloquio posterior a la ponencia centró el interés de los participantes en la planta del nuevo diccionario, el corpus utilizado para su realización y la acogida de la nueva obra entre los usuarios dominicanos.

Destacamos durante la primera sesión del Congreso la participación de Concepción Maldonado González, de la Universidad Complutense, que presentó una interesante ponencia titulada “Diccionarios digitales: algunos requisitos de calidad imprescindibles”. Concepción Maldonado dirigió el equipo lexicográfico de la editorial SM en el interesante proyecto conjunto entre la editorial y la Academia Dominicana de la Lengua del Diccionario didáctico avanzado. Su participación en san Millán aportó una descripción aplicada imprescindible de lo que los usuarios exigen de un diccionario digital.

A continuación de esta primera sesión matinal se celebró el acto oficial de inauguración, presidido por Gonzalo Capellán de Miguel, José Antonio Pascual, Paz Battaner y Marta Gómez Martínez en el Salón de la Lengua del monasterio de Yuso, presidido por las banderas y escudos de los países hispanohablantes y por una reproducción de la primera glosa emilianense. Terminado el acto institucional la lexicógrafa Mar Campos Souto, de la Universidad de Santiago de Compostela, dictó la conferencia plenaria “Lexicografía del futuro para la lengua del pasado”, en la que repasó el proyecto del diccionario histórico del español, sus fuentes y su formato para el acceso digital.

De las cuatro mesas que se simultanearon durante la jornada vespertina asistimos a la celebrada en el Salón de la Lengua con una temática relacionada con el diccionario histórico. La sesión la abrió la ponencia de María Pilar Garcés Gómez, de la Universidad Carlos III de Madrid, con el título “La representación de los marcadores discursivos relacionados con la apariencia en un diccionario histórico”, que se centró en un estudio de la evolución de cierto tipo de marcadores discursivos con el objetivo de evaluar en qué forma podría verse representada en el diccionario histórico.

La ponencia de Blanca González-Zapatero Redondo, del Instituto de Investigación Rafael Lapesa de la RAE, versó sobre el “Estudio diacrónico y relacional de apellidar y sus correspondientes formas verbales analíticas”.

La jornada concluyó con la intervención de José Antonio Pascual y Pilar Salas Quesada, del Centro de Estudios de la Real Academia Española, quienes presentaron un trabajo destinado a analizar las dificultades de definición de los cohipónimos con el título “La definición de los cohipónimos de dardo en un diccionario histórico”.

Las ponencias de esta jornada final aportaron datos, técnicas y resultados lexicográficos imprescindibles para el desarrollo exitoso del nuevo diccionario histórico de la lengua española.

20140911_183847En la jornada matinal del jueves 11 de septiembre asistimos a la mesa en la que se concentraron los trabajos dedicados a aspectos relacionados con los diccionarios americanos.

Manuel Alvar Ezquerra, de la Universidad Complutense de Madrid, expuso sus investigaciones sobre “El diccionario de González de la Rosa del siglo XIX al siglo XX”.

Cristina Monzón, representante del Colegio de Michoacán (México), nos acercó a “El calepino tarasco-español del siglo XVI: método lexicográfico”, interesante acercamiento descriptivo a este glosario bilingüe.

Jesús Valdez Ramos y Adrián Hernández Terrazas, del Centro de Enseñanza de Lenguas Extranjeras de la UNAM, trazaron un “Perfil editorial de la Revista de Lexicografía (1995-2010)”. El coloquio que siguió a esta ponencia se vio enriquecido por los comentarios del coordinador de esta publicación, José Ignacio Pérez Pascual, que estuvo presente en la sala.

José Carlos Huisa Téllez, del Centro Johannes Gutenberg de la Universität de Mainz, presentó un panorama de los proyectos de investigación que están en marcha para el estudio de la lexicografía hispanoamericana decimonónica. Su intervención resultó de particular interés para la aplicación de estas líneas de investigación a la realidad lingüística y lexicográfica dominicana.

La ponencia de Ivo Buzek, de la Universidad Masaryk, de la República Checa, cerró la jornada matinal con un interesante acercamiento a la historia de los gitanismos en la lexicografía inaugural del español de América con la ponencia titulada “Diccionarios como testigos de la historia del léxico español: el caso de los gitanismos del español cubano y su presencia en las obras lexicográficas de Esteban Pichardo y de Fernando Ortiz”. Sus apuntes resultaron particularmente interesantes debido a las similitudes de desarrollo histórico del léxico entre los casos cubano y dominicano.

En la jornada vespertina asistimos a la mesa dedicada al estudio lexicográfico de los neologismos. Dolores Azorín Fernández, de la Universidad de Alicante, y Carmen Sánchez manzanares, de la Universidad de Murcia, nos hablaron del proyecto que llevan a cabo de un diccionario de neologismos de la prensa de Murcia y Alicante, sus métodos de trabajo, sus dificultades y sus resultados. José Ramón Carriazo Ruiz, de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, presentó los resultados de su estudio “Neologismos documentados en el Reparo a errores de la navegación española, de Pedro Porter y Casanate (Zaragoza, 1634)”.

Particularmente interesante y fructífera resultó la mesa redonda que se desarrolló en el Salón de la Lengua del Monasterio de Yuso en la que, coordinada por José Antonio Pascial (Cilengua/RAE) y con la participación de Juan Gutiérrez Cuadrado (Universidad Carlos III de Madrid), José Ignacio Pérez Pascual (Universidade da Coruña) y Ramón Santiago Lacuesta (Universidad Complutense de Madrid), se expusieron los avances y dificultades para la selección y adecuación de las “Bases documentales de la lexicografía histórica”.

Monasterio de Suso

Monasterio de Suso

Las jornadas lexicográficas se complementaron con la visita guiada a los Monasterios de Suso y Yuso, imprescindibles para situarse en el marco histórico, cultural y paisajístico en el que se desarrolló este VI Congreso Internacional de Lexicografía Hispánica, cuyos frutos verán la luz en el futuro cercano en forma de publicaciones del Cilengua.