¿Quién dijo miedo?


A veces pienso que los parientes pobres de los signos de puntación, tan mal empleados habitualmente, soNYC 2006 176 MHNn la interrogación y la exclamación. En estos días cayó en mis manos una novela en la que ambos signos se usaban incorrectamente a lo largo de toda la obra. ¿Nadie en todo el proceso de creación y publicación se dio cuenta de este error garrafal? ¡Parece increíble y, sin embargo, es cierto! Las encontramos mal utilizadas con mucha frecuencia en la publicidad, que nos invade en todos los ámbitos. Su uso es sencillo y, para usarlas correctamente, solo necesitamos anejar unas reglas simples y hacer un pequeño esfuerzo.

En español estos signos son dobles, no como en inglés, por ejemplo. Y es probable que en esta confusión esté la raíz de errores tan generaliados. La interrogación (¿?) abarca u
na oración interrogativa directa o una pregunta que forma parte de una oración. La exclamación (¡!) nos ayuda a marcar una frase que debe leerse con cierta carga de afecto o expresividad. ¿Es tan difícil recordar cómo se usan? ¡Por supuesto que no! Recuerden no escribir nunca punto después del signo de cierre.

Si usam
os solo el signo final, encerrado entre paréntesis, a continuación de una palabra, hacemos notar nuestra duda o nuestra sorpresa en relación con ella. Si mis palabras han sido acertadas (?), y mis lectores no solo las leen, sino que además las ponen en práctica (!), ganaremos en calidad en nuestras producciones escritas. ¡Manos a la obra!

Uña y carne


ComaCuando nos ponemos a escribir, más tarde o más temprano, nos topamos con la dificultad de la coma. Puesto que este signo de puntuación, de aspecto casi insignificante, tiene mucha importancia gramatical, conviene que adquiramos seguridad a la hora de utilizarlo. Lo más útil es dominar poco a poco los contextos en los que suele aparecer.

No hace mucho la vimos en funcionamiento con las interjecciones. Hoy quiero que nos fijemos en la construcción gramatical ilativa, que se usa para expresar una consecuencia y exige el uso de la coma para que su escritura sea correcta. Veámosla en funcionamiento. Se aprende más con la práctica, así que pongamos un ejemplo. En la oración anterior la proposición ilativa (así que pongamos un ejemplo) expresa una consecuencia natural de lo que expresamos en la primera frase (se aprende más con la práctica). Este tipo de construcciones se colocan al final del enunciado y siempre van precedidas por una coma. Más ejemplos: Aquí ya está todo hecho, conque vayan saliendo; siempre pierde al ajedrez, de manera que nunca está dispuesta a jugar; es muy miedoso, de ahí que nunca quiera salir solo.

Es una regla muy estable, de ahí que ilativas y comas siempre estén relacionadas. Pero hay que hacerlo bien. La coma se coloca antes de la conjunción, de manera que es incorrecto cuando la ponemos tras ella (*Hemos salido demasiado tarde así que, date prisa) o entre las palabras que la forman (*No se siente segura de sí misma de ahí, que no le guste hablar en público).

Coma y sintaxis están íntimamente relacionadas. Se apoyan la una en la otra para que lo que queremos expresar quede claro, de manera que la una no puede vivir sin la otra. Coloquialmente, uña y carne o uña y mugre.